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GESTIÓN DE RESIDUOS EN LA ANTÁRTIDA
2021-07-28

Conocé la metodología en el manejo de residuos en la Antártida



La primera etapa en el manejo de los residuos implica planificar previamente las actividades, de manera de lograr, en la mayor medida posible, la reducción de la cantidad de residuos que se producirán en el área del Tratado Antártico.

 

Para cumplir con este requerimiento el Comando Conjunto Antártico, evalúa las adquisiciones de insumos necesarios para el desarrollo de la campaña, de manera de poder optar por aquellas que generen menos residuos. Esto puede aplicarse, por ejemplo, a la evaluación de los diferentes envases en que se presentan los productos alimenticios, así como al análisis de las Hojas de Seguridad de los productos que contienen componentes que puedan afectar al medio ambiente.

 

En concordancia con la minimización del impacto ambiental, en esta etapa debe garantizarse que no se ingresen al área del Tratado Antártico determinados productos que se encuentran expresamente prohibidos por el artículo 7 del Anexo III, que incluye:

 

• Bifenilospoliclorados (PCB)

• Tierra no estéril

• Gránulos o virutas de Poliestireno u otras formas similares de embalaje

• Pesticidas (aparte de aquellos que deban ser utilizados para fines científicos, médicos o higiénicos).

 

Grupos establecidos de residuos

 

El primer paso en la gestión de los residuos en cada instalación antártica es la clasificación de los mismos en distintos grupos según su naturaleza. El Protocolo de Madrid establece una clasificación orientativa, la cuál ha sido adaptada por el Programa Antártico Argentino para satisfacer adecuadamente sus necesidades.

 

La clasificación argentina se basa en la capacidad de biodegradación del residuo, la peligrosidad y los métodos posibles de disposición final a ser empleados. Esta clasificación establece entonces seis grupos, respetando, en líneas generales, lo establecido en el Protocolo:


• Grupo I. Residuos biodegradables (Alimentos, papeles, maderas y trapos limpios)

• Grupo II. Residuos no biodegradables (Plásticos, polietilenos, cenizas del Gpo I y otros)

• Grupo III. Residuos peligrosos (mezcla de hidrocarburos, residuos patológicos, baterías, pinturas, residuos productos de los trabajos en los laboratorios)

• Grupo IV. Residuos inertes (vidrios, latas, chapas, restos de estructuras metálicas, tambores vacíos, alambres, restos de concreto u hormigón, ladrillos y sunchos de embalaje)

• Grupo V. Residuos Biodegradables líquidos. (Aguas residuales y residuos líquidos domésticos)


El manejo de los Residuos, se realiza por Grupos. Manejo por Grupos


Grupo I Residuos Biodegradables


Tratamiento: Estos residuos pueden ser tratados en el continente antártico a fin de reducir su volumen. El Protocolo permite la utilización de incineradores que reduzcan, en la mayor medida posible, las emisiones peligrosas. Acorde con esto, se recomienda la utilización de incineradores de doble etapa con lavado de humos. Este método de tratamiento, a su vez genera un nuevo residuo, las cenizas, que deberán ser consideradas como residuos del Grupo II.


Grupo II Residuos no biodegradables sólidos


Tratamiento: Los métodos de tratamiento aplicables a los residuos de este grupo, tienen como finalidad la reducción de su volumen.


En estos casos pueden utilizarse compactadoras, picadoras, moledoras, trozadoras y enfardadoras.


Algunos residuos de este grupo pueden también ser reutilizados para almacenar otros elementos a evacuados, como ser tambores de plástico. En el caso que hubieran contenido hidrocarburos, deberán ser lavados antes de su reutilización. El agua de este lavado deberá considerarse residuo del Grupo III.


Grupo III Residuos Peligrosos


Tratamiento: Estos residuos no serán tratados en el continente antártico, con excepción de los residuos patológicos, que pueden ser tratados por autoclave u otros métodos de esterilización.


Grupo IV Residuos Inertes


Tratamiento: Los métodos de tratamiento aplicables a los residuos de este grupo, tienen como finalidad la reducción del volumen de los mismos. En estos casos pueden utilizarse compactadoras para chapas, tambores y latas y moledoras para vidrios. Algunos residuos, como las chapas, pueden seccionarse.


También se procura minimizar los riesgos de accidentes personales durante su manipulación. La chatarra en general, incluyendo tambores viejos, no debe presentar bordes cortantes y debe estar compactada a fin de facilitar su traslado por modo aéreo y su estiba a bordo. Los bloques generados o los tambores compactados no deben tener una altura superior a un metro.


Eventualmente estos residuos pueden ser reutilizados. Por ejemplo, los tambores pueden utilizarse como contenedores de residuos. En el caso que hubieran contenido hidrocarburos, deberán ser lavados antes de su reutilización. El agua de este lavado deberá considerarse residuo del Grupo III. Los restos de hormigón y alambre podrán reutilizarse como rellenos de cimientos o fundaciones.


Todas estas coordinaciones logísticas y de operatividad para la gestión de los residuos Antárticos, es mediante un parte mensual de residuos que son elevados desde las Bases Antárticas Conjuntas, a la División PREVAC, Seguridad e Higiene y Ambiental donde se consolida toda la información brinda y de esta manera en la Campaña Anual de Verano (CAV) poder realizar la evacuación de estos residuos ya nombrados.


Gentileza COMANDO CONJUNTO ANTÁRTICO




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